jueves, 17 de mayo de 2012

Tipos De Apegos Afectivos Más Comunes


Dependiendo de la educación  recibida, los valores inculcados y las deficiencias especificas cada quien escoge su fuente de apego o cada apego lo elige a uno.

1. Apego a la seguridad y o protección

Las personas que sufren este tipo de apego son personas que no se sienten capaz de valerse por ellos mismos. Estos individuos necesitan tener a su lado a alguien más fuerte, psicológicamente hablando, que se haga responsable de ellas. La idea que las mueve es la cantidad necesarias de seguridad/protección para enfrentar una realidad percibida como demasiado amenazante. Aquí no se busca amor, ternura o sexo, sino supervivencia.

2. El apego a la estabilidad/confiabilidad

Desear una relación de pareja estable no implica apego, pero volverse obsesivo ante la posibilidad de una ruptura, si.

En algunas personas el miedo al abandono y una hipersensibilidad al rechazo están asociados a la búsqueda de la estabilidad. Para ellos la confiabilidad, es una necesidad compulsiva para aliviar el miedo anticipatorio a la carencia.  No importa lo que haga, si me da la garantía de que siempre estará conmigo.

3. La baja autoestima y el apego a las manifestaciones de afecto.

En este tipo de apego aparte de que se busca estabilidad indirectamente, el objetivo primordial es sentirse amado. Una cosa es que nos guste sentir amor y otra muy distinta es estar pendiente de las manifestaciones de afecto que recibimos, como una medida para saber que tanto nos quieren. Estos individuos si no sienten amor propio, pensaran que nadie los quiere o podrá quererlos. Este miedo al desamor rápidamente se transforma en necesidad de ser amado. Cuando alguien se acerca a ellos afectivamente a ellos les cuesta creer que sea posible que alguien se fije en ellos. Un nuevo conflicto nace: necesito amor, pero le temo. Pese a esto si el aspirante insiste y es convincente la entrega se produce.

4. Los problemas de autoconcepto y el apego a la admiración.

Es el autoconcepto es lo que se piensa de si mi mismo. En un extremo están los narcisistas crónicos (el complejo de Dios), y en el otro, los que viven defraudados de sí mismos (el complejo cucaracha).
A diferencia con la baja autoestima, aquí la carencia no es de amor sino de reconocimiento y adulación. Estas personas no se admiran así mismas, no se perciben valiosas: por tal razón cuando llega alguien  a su vida que les muestra admiración y algo de fascinación, el apego no demora en llegar.

5. El apego “normal” al bienestar/placer de toda buena relación.

Aunque todo apego se considera contraproducente, ciertas formas de dependencia son vistas como normales. De todas formas, su frecuente utilización y la incapacidad de renunciar a ellos, los convierte en potencialmente tóxicos.

Las formas de bienestar interpersonal que son más susceptibles de generar apego son:
Sexo, mimos/contemplación, compañerismo/afinidad y tranquilidad


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